I quan pensàvem que ja ho havíem vist tot, la realitat de nou supera la ficció. Com si es tractés d´una pel·lícula, sorgeixen a diferents indrets prou salvatges del planeta, espècies que crèiem extingides. Com pot ser? Qui en deu ser el responsable? Un nou món cretaci està per descobrir i estudiar...Quins perills se´ns apropen? Necessitarem ajuda? Segurament...
Cada vez hay más insectos que ayudan a polinizar las flores, como abejas, libélulas, cucarachas, grillos, chinches, escarabajos, moscas, avispas y termitas.
Actualmente uno de los mayores yacimientos de ámbar del cretáceo se sitúa en Álava donde se han encontrado más de 1.500 fósiles de artrópodos fundamentalmente insectos (55 % dípteros, como moscas y 24 % himenópteros que incluyen abejas trigonas). Las especies de mariposa más antiguas que se conocen han sido halladas en estos registros fósiles. Ver Museo de Ciencias Naturales de Álava y el Yacimiento de ámbar de Peñacerrada.
También se ha encontrado ámbar del Cretáceo con insectos en la cueva del Soplao en Cantabria, y en Sant Just, Teruel.
Junto con las flores y frutas contemporáneas, la Lijinganthus indica que los gunnéridas florecieron en nuestro planeta alrededor de 100 millones de años atrás.. Aunque este grupo puede remontarse al Barremiano (alrededor de 125 millones de años) por sus granos de polen característicos, las gunnéridas no dominaron la vegetación hasta unos 20 millones de años más tarde, en el Cretácico medio, como señalaba Darwin. Pero luego experimentaron un rápido declive. Así, según los autores, lo que molestó al padre de la evolución no fue “el supuesto origen de las angiospermas, sino una gunnérida”. De hecho, de acuerdo con el registro fósil, las angiospermas se originaron mucho antes.
http://palaeos-blog.blogspot.com/2013/10/notas-cortas-hallazgo-de-polen-adelanta.html
Izquierda: reconstrucción de Archaefructus, la angiosperma corpórea más antigua conocida (Cretácico temprano de China, hace 125 millones de años). Derecha: reconstrucción de Sanmiguelia, una planta cuya identidad es discutida, pero es extremadamente similar a una angiosperma (Triásico tardío, entre 235 y 228 millones de años).
Hace 93 millones de años, extraños tiburones alados nadaban en las aguas del Golfo de México. Esta especie fósil recién descrita, llamada Aquilolamna milarcae, ha permitido a sus descubridores erigir una nueva familia. Al igual que las mantarrayas, estos tiburones águila se caracterizan por tener aletas pectorales extremadamente largas y delgadas que recuerdan a las alas. El ejemplar estudiado tenía 1,65 metros de largo y 1,90 metros de envergadura.